Durante la perimenopausia se reducen la producción de hormonas sexuales, principalmente estrógenos. Unos de los cambios que se empiezan a experimentar, es un aumento de peso injustificado, llegando acumular más grasa a nivel abdominal. Entender que esta sucediendo es vital, para tener una mejor adaptación a los cambios que se van ha producir.
La nutrición es clave para compensar los cambios fisiológicos y reducir posibles riesgos sobre la salud. Reorganizar la dieta y adaptarla a las necesidades en esta etapa, ayudara a no tener grandes cambios en la composición corporal.
La base de la alimentación será una dieta dónde predominen las frutas y verduras, cereales integrales y legumbres, suficientes grasas buenas, especialmente el omega 3 y un aporte apropiado de proteína según las necesidades de cada mujer.
Es importante entender que la perimenopausia es la transición a la menopausia, y como todos los cambios importantes en la vida necesitan ser acompañadas. La alimentación, buenos hábitos de vida, y hacer cosas que nos hagan felices y nos nutran emocionalmente nos ayudaran a transitar esta etapa con salud.